lunes, 20 de agosto de 2007

El reaccionario del cuento del reaccionario.


El otro día soñé que caminaba bajo la lluvia por la calle, pasaba por un puesto improvisado con un televisor sintonizando un partido del América contra el América bizarro. Aunque yo no lo sabia era vieja la noticia de que los pumas ya no existían, ni el equipo de la UNAM ni la raza felina. El penúltimo ejemplar había sido visto como mascota del equipo de soccer en su partido final de despedida, en cuanto éste desapareció en el túnel de los vestidores nadie supo que fue de él y se rumora que se lo cenaron los más nuevos y fortuitos patrocinadores del equipo en la fiesta de clausura; mientras tanto el último que quedaba en el mundo, viejo habitante silvestre del árido páramo de Aguascalientes, se había esfumado para siempre del planeta para vivir con las estrellas, llevándose los últimos genes de puma con él. Como yo no lo sabía cerraba los ojos para controlar la impresión y entonces chocaba con…