sábado, 17 de noviembre de 2007

Ropa limpia pero sin planchar.






Hubo un domingo que fui a San Jacinto etc.

Perdí la corbata, se la presté a un herido para que se hiciera un cabestrillo. Así sin corbata el saco ya no me cuadra... volveré a la pácifica moda de bermudas. Espero no se repita la escena de aquella agradable mesa para Té en el jardín, sobre todo la parte de los mastines y el San Bernardo fue como para cambiarse el nombre, pero no eran mios los perros, ni el brandy del collar, de todos modos uno no es ninguno y donde caben 5 caben 6. Asi que si no me dice nada el Sr. de la Compu seguiré con mis prácticas de los "reconocimientos ultrarápidos", telepatía pues, de la fácilona, ni que fuera primavera, o yo muy hacha.