domingo, 22 de julio de 2007

El día que casi me convertí en papel para envolver regalos.

Hubiera sido un cuento muy trágico, porque con toda la atención puesta en el regalo una vez abierto ni quien se acuerde de la envoltura.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El otro día fui a pescar pero no llevé carnada y le tuve que poner chicle a los anzuelos ¿qué crees que pesqué?